domingo, 27 de mayo de 2012

Cuando surgió la idea de esta novela

En el curso 2003/4 yo era profesor en un pueblecito de Carolina del Norte llamado Angier, allí daba clases de español como lengua extranjera en una High School. Una mañana, mientras preparaba la siguiente clase y los alumnos comenzaban a llegar, un alumno afroamericano, uno de los más altos de todo el instituto llegó con la cara visiblemente emocionada y gritando ¡Viva España! mientras agitaba un periódico local. La noticia que me mostró contaba la historia de unos agentes del CNI español asesinados en Irak mientras luchaban como leones. Me di cuenta en ese momento de que docenas de estudiantes me rodeaban, algunos incluso que no eran de mi clase y que me sonreían con empatía. En aquel pueblo, situados a escasos kilómetros de la base de Fort Bragg, casi todos tenían un padre, una hermana o un novio luchando en Irak. Sentían a España de su lado y me lo demostraron ampliamente cuando tiempo después se produjo el atentado del 11 M.
Durante aquel año que pasé como profesor en Estados Unidos, periodo álgido de la guerra en Irak y cuando se produjo nuestra retirada militar en aquel país, fui muy cuidadoso con mis expresiones sobre la guerra de Irak. Primero porque todo el mundo es susceptible cuando sus ciudadanos están involucrados en una guerra, segundo, los estadounidenses lo son aún más y tercero, los adolescentes lo son sobremanera. No estaba allí  para hacer proselitismo de ningún tipo más allá de dar a conocer la cultura española e hispanohablante.
De todas maneras, la historia de aquellos españoles muertos se me quedó clavada y aunque no la toqué cuando escribí mi primer libro "Cazar al Capricornio", sentía en mi interior que había que hacerles justicia de alguna manera. Una novela no será quizá la mejor manera de hacerlo, pero Antonio Alba si existiera, estoy seguro de que hubiera removido cielo y tierra hasta dar con los asesinos. He aquí "La otra cara de Jano".

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